Grecia ha implementado medidas más estrictas en el programa de visados oro, que permite a extranjeros no europeos obtener permisos de residencia mediante inversiones inmobiliarias, con el objetivo de mitigar la crisis del sector.
El monto mínimo de inversión necesario para acceder a estos visados ha aumentado de 250.000 euros a 800.000 euros en áreas con alta demanda como Ática, Salónica, Mykonos, Santorini, y otras islas con poblaciones superiores a 3.100 habitantes, de acuerdo con las modificaciones introducidas por el Ministerio de Finanzas el 22 de marzo pasado. En otras zonas, la inversión mínima se ha fijado en 400.000 euros.
Kostis Hatzidakis, el ministro de Finanzas, explicó que las nuevas regulaciones buscan un equilibrio que permita mantener la atractividad del país para los inversores extranjeros mientras se atienden las necesidades residenciales locales. «Estamos comprometidos con asegurar vivienda de calidad y accesible para nuestros ciudadanos, en colaboración con el sector privado», afirmó.
Desde la recuperación económica oficial de Grecia en 2018 tras una década de dificultades financieras, los precios de alquiler han aumentado un 20%, poniendo presión sobre la capacidad económica de muchas familias griegas, según el Banco de Grecia.
Bajo las nuevas reglas, los inversores deben comprar propiedades de al menos 120 m2. Para los edificios industriales transformados en residenciales y los edificios históricos, se mantiene el requisito de una inversión mínima de 250.000 euros.
Además, el gobierno ha introducido iniciativas para promover la reconversión de edificaciones en residencias y ha prohibido los alquileres de corta duración en inmuebles comprados a través del programa de visados oro. En 2023, el Ministerio de Migración reportó un récord de 10.214 solicitudes entre compras y renovaciones, otorgando 5.701 visados y movilizando inversiones por un total de 1.000 millones de euros.
Recientemente, España ha comenzado el proceso para eliminar estos permisos de residencia para inversores no europeos, una medida similar a la anunciada por Portugal antes de sus últimas elecciones generales.